Tal vez, seria útil un poco de autocrítica para evitar el nimbismo, desastres de igual o similar barbaridad, se observan y se sufren por todos lados.
Las bondades del libre mercado, que son muchas, no deberían arrastrarnos a una sumisión incondicional ni mucho menos permanente, los disparates, sobre todo los de carácter urbano ,pueden afectar nuestra calidad de vida por generaciones, de modo que una protesta ciudadana tan contundente, como oportuna, debe ofrecer una resistencia decidida a las autoridades, las que para variar, intentan el empleo de recursos de todos, para mal resolver, problemas derivados de los beneficios de pocos.
Después de todo, los tiempos son diferentes y el derecho a confrontar decisiones del gobierno no las cercena nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario