La descarada e inmoral apología del lucro, que hace la derecha, nos debe obligar a reflexionar sobre cuan alejados estamos del patriótico espíritu de la independencia , esa que una vez mas, nos preparamos a celebrar con "irrenunciables días feriados", en una semanas mas. Es cierto que por un poco de indolencia y otro de ignorancia , todos estamos, sobreviviendo en un régimen de interacción marcada por brutal individualismo , ese que inspira la doctrina egocentrista del libre mercado , un eufemismo por pensamiento económico clásico o capitalismo, acuñado en el departamento de economía de la norteamericana universidad de Chicago e importado por la UC . de Chile, y que pretende eliminar , como lo a hecho en Chile estos últimos treinta años, la co existencia de la empresa privada y el brazo fiscalizador de la administración publica. Este concepto mercantilista, el mismo que después de cuatro décadas de aplicación en su país de origen, tiene hoy al Presidente Barak Obama , en medio de una paralizante lucha contra los grandes grupos de intereses políticos y económicos de los Estados Unidos y corporaciones trasnacionales americanas que financian el lobby y originan descalabros al sistema financiero , con la masiva mudanza de capitales a regiones orientales de mano de obra subvencionada , sin mayor preocupación que la acumulación de riqueza , algo ahora familiar para quienes en Chile, son atrapados por la codicia insaciable de las Isapres o los bancos proveedores de créditos universitarios , hipotecarios y de consumo.
Este conflicto entre poderosas minorias economicas que aspiran a relegar al estado a un rol simbólico y que lo definen como un obstáculo para el crecimiento por su rol contralor y recaudador de impuestos, y las enormes mayorias ciudadanas de pequeños negocios y asalariados consumidores , no es solo un conflicto en Chile , ( donde de acuerdo con el fondo monetario y el OCDE , la inequidad es récord y aun crece) es también , guardando monumentales proporciones, un conflicto en el Reino Unido, España y Los Estados Unidos. Es el choque de dos fuerzas sobrevivientes en el mundo occidental , el de las democracias y los socialismos de post guerra , donde ademas de la pugna entre modelos privatizantes y de economía mixta , estaba el modelo estatizante de la Union Soviética, la que desaparicio, con el advenimiento de la perestroika y su propósito democratizador del comunismo de Stalin.
Sin embargo el espacio inmenso a la izquierda de la alianza y a la derecha de la concertación, donde conviven los chilenos comunes y corrientes se mantiene a la deriva, hay algo de certeza pero muchas dudas respecto de la real dimensión como así mismo del origen de muchos de los problemas que constituyen o forman amenaza de conflictos sociales. La polarización anímica y la politización aumentan la división que fragmenta o simplemente elimina el poder de respuesta de quienes demandan mientras aumenta el abuso de quienes ofertan productos y servicios financieros , al mismo tiempo que disminuye la seguridad ciudadana y aumenta el desempleo técnico y profesional, es urgente que la derecha política ignore por un tiempo a la izquierda y que se preocupe de la derecha económica , entre ambas , deben ser capaces de reinventar este modelo , el que nos arrastra lenta, pero inevitablemente a un desastre del que nadie saldrá favorecido. O hacen eso , o a la enorme mayoría de los jóvenes chilenos no les quedara otra alternativa que depender de si mismos como hasta ahora , o bien seguir líderes menos interesados en reformas aisladas. Chile debe saber encontrar el único debate que nunca tuvo y que no solo justifico la reconstrucción de la institucionalidad a partir del 11 de Sept. Del 1973, si no permitió la imposición de un cuerpo legal que nadie pidió para reemplazar la constitución de 1925.
Luis Alberto Moya
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