Golborne Riveros y la zanahoria del burro.

Golborne y la zanahoria del burro.


A riesgo de caer en el juego demagógico y propagandístico mas inmoral de los últimos años, mucho se escribe de esta idea de la actual administración para promover candidaturas aprovechando coyunturas circunstanciales de algunos ministros. Por desgracia cuando la manipulación de la voluntad ciudadana alcanza este nivel, uno esta obligado a pensar que esta presenciando el matrimonio de dos fuerzas incontrolables por separado, por un lado la mansedumbre de una masa convencida de la obligación de elegir candidatos inscritos en el metro cuadrado, y por otro la desesperación de un gobierno sin logros substanciales empecinado en una re elección por inercia, sin mas mérito que su capacidad para manipular la imagen sin solucionar prácticamente nada.


Dos décadas de parálisis social, nos dejaron con la sensación que todo el mundo es irremplazable, así tuvimos a un discreto Antonio Vodanovich treinta años apernado en el festival de Viña, y a Carcuro, desde notas al borde del ring 40 años atras, hasta producciones emblemáticas del área deportiva en la ultima Copa. Independiente del incuestionable trabajo de ambos, nosotros tenemos la tendencia a comulgar con ruedas de carreta y los que mueven los hilos , lo saben, nuestra humana inclinación a seguir , obedecer y admirar, nos tiene prisioneros de una mentalidad de caballos de carrera, correr sin preocuparnos por nadie mas y ver solo pa' delante , pase lo que pase.


Nadie debería tener ese control tan ilimitado sobre nuestras decisiones, nadie debería sentirse tan seguro que puede anticipar nuestra voluntad de elegir a candidatos para elecciones a realizarse dentro de dos o tres años, nadie debería acorralarnos en este partido o en esta coalición como se fuéramos ovejas de un rebaño resignado a su trágico destino, nadie debería hacernos comprar algo que no necesitamos a un interés y unas condiciones de crédito criminales sin que los legisladores , todos, no hagan absolutamente nada, nadie debería suponer que si este ministro o esta ministra hace su trabajo con eficiencia o como si en el ministerio no lo hiciera nadie, debemos elegirlo presidente, esa debería ser nuestra decisión después de todo probablemente en alguna maternidad están naciendo todos los días los mejores presidentes y no en un determinado partido o coalición como si fueran una clase superior y predestinada al liderazgo de la patria de todos.


No ofrecemos ninguna resistencia , nos convencen con muy poco, desprecian a diario nuestra capacidad para reaccionar frente al abuso, nos cobran lo que se les da la gana, nos dan pésimo servicio, nos suben los precios en los días feriados y no nos permiten devolver nada, los intereses traspasan la usura y francamente , todos los días, nos mienten y nos estafan. Estamos por completo adormecidos en una pausa existencial irreal y esterilizante que nos deja fácil presa de depredadores mercantiles inescrupulosos e irresponsables que en complicidad con el poder persuasivo de la televisión , se dan un banquete con nuestro deseo de surgir y la necesidad de ganarle a los desafíos de la vida, basta, por supuesto que existe un segmento de la población que disfruta de una posición privilegiada y Dios los bendiga,  pero esa no es la forma en la que un país alcanza madurez y desarrollo, es distribuyendo las oportunidades para que cada chileno que abre los ojos después de dejar el vientre de su madre , se encuentre con un país donde realizar cualquiera sea su sueño. Esa debe ser la única zanahoria que un chileno debería seguir.




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