Protestas !!

Protestas !!

La democracia , entre otros muchos privilegios, ofrece a los ciudadanos la oportunidad de agruparse en la via publica y manifestar unidos su alegría o su descontento gozando de la misma libertad que tienen para reunirse en la privada tranquilidad de sus hogares. Demás esta suponer que este tipo de encuentros muchas veces espontáneos , necesitan de un conjunto especial de regulaciones, otras que no esten incluidas en marco jurídico o las bien conocidas reglas que dicta el sentido común y la buena crianza. Sin embargo, La experiencia indica , que estas manifestaciones, que si bien es cierto forman parte de los derechos civiles indispensables en democracia, ofrecen con frecuencia, un escenario propicio para que antisociales , a menudo pero no siempre completamente ajenos al mensaje y el espíritu de la concentración, roben y destruyan lo que se les da la gana con total impunidad, amparados ademas , en la necesidad del gobierno por un pretexto para no enfrentar el fondo de los problemas y de una prensa rara que se siente ajena a la realidad común y a todas luces dependiente , mas preocupada de los calculables destrozos, que del impacto inmenso en la vida de millones que sufren las injusticias sociales.

Poner desproporcionado énfasis en los desordenes e insistir en la responsabilidad de los organizadores para controlar excesos , es una maniobra barata para liberar al gobierno de responsabilidad en el manejo de los asuntos públicos, después de todo , lejos de ser una imposición fue su propia e insistente voluntad.

En consecuencia los vándalos , en el caso de protestas , ademas de la protección que involuntaria les proporciona el anonimato de la masa, tienen la protección de los medios de comunicación, que tienden a repetir monótonas , las mañosas declaraciones de interesados en desestimar el motivo de la convocatoria y , hacer oidos sordos del clamor ciudadano, poniendo desproporcionado enfasis , en los desordenes provocados por la estupidez o el lumpen. Mas que peregrinos argumentos demagógicos oportunistas , los voceros de gobierno y el coro de politicos del oficialismo, deberían exigir mayor cantidad de arrestos y menor burocracia para limpiar de una vez por todas las calles de delincuentes que se aprovechan de la mano blanda , porque saben que sus acciones aparte del dudoso provecho propio, solo benefician a las autoridades, y jamas a los protestantes.

Una cosa muy curiosa es que siendo siempre abuso financiero el motivo de la frustración escolar o ciudadana , sean los electores, y no los elegidos, quienes eleven las protestas, después de todo, no solo en campaña, si no en el discurso cotidiano , los ediles ,los parlamentarios y hasta el presidente, juran representar los intereses de la gente y no a los empresarios usureros o a los criminales.

La aparición de individuos o turbas, destinadas a romper y robar durante la confusión que brota en las aglomeraciones o los desastres naturales , tiene ninguna relacion con el proposito ni con la decencia intima o la desesperación de la ciudadanía, quienes se vuelcan a las calles protestando, celebrando, o escapando de algún desastre natural, no deben, ni ser confundidos con indeseables infiltrados o inyectados con otros fines, ni usados demagógicamente para evitar el escrutinio popular. La gente entiende que la libertad se gana todos los días, que de ellos depende que en el futuro este derecho no se vea como se vio en el pasado , amenazado por el violentismo de pocos, que la destrucción y el robo no sirvan de excusa para los enemigos de la democracia y que aquellos que han decidido violar la ley , deben ser identificados , detenidos y puestos a disposición de los tribunales de justicia.

Los organizadores de manifestaciones en la via publica, sean estas de celebración o de protesta, espontáneas u organizadas , en realidad, no tiene como controlar la conducta de la masa y eso todo el mundo lo sabe, por supuesto quienes protestan, son siempre mayorías defraudas o estafadas por aquellos que no tienen ningún motivo para protestar, porque de ser así, lo que la minoría poderosa hace , es derrocar el gobierno y entonces así , justifican la violencia , el exilio, la destrucción y la desobediencia cívica.

Jóvenes cuidado, los exaltados son los mismos de siempre, o simplemente inyecciones de mercenarios destinados a desvirtuar la legitimidad de las demandas. En actos que admiten preparación, los organizadores deberían incluir la formación de voluntarios para cooperar con el desarrollo pacifico del encuentro, de este modo, todo el mundo se beneficia, y la comunidad , tiene oportunidad de juzgar lo que mas interesa a los manifestantes y no , una frustración impotente , frente a destrozos inútiles y costosos que no benefician a NADIE.




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