El aumento nominal de accidentes mortales , ocurridos en el pasado fin de semana largo, mas allá de reflejar un dato concreto destinado a la comparación estadística , esta muy lejos de reflejar la inmensa inseguridad , con la que peatones y automovilistas , deben circular a diario por la vía publica .
Conforme el insistente reporte mediático , el 60% de los accidentes, fueron causados por la mortal combinación del alcohol y exceso de velocidad. Como la estadística solo puede tabular los hechos y no los posibles hechos , muy pocos , podemos advertir la potencial posibilidad de ser víctimas de un conductor ebrio que por una cuestión de suerte, no nos estrella con su vehículo, en el delirio inconsciente de su irresponsable trayecto.
Desde que simplemente no es inteligente pensar que enraizados hábitos pueden ser erradicados de la noche a la mañana, lo primero que se debe hacer , es definir los pasos con los cuales un comportamiento de grupo puede ser enfrentado de manera individual, no , no es pensando que cada uno debiera resolverlo solo, lo que no seria después de todo, ninguna mala idea, al fin y al cabo, no existe conducta grupal que no comienza con una de tipo individual, me refiero, al personal liderazgo del presidente , u otra personalidad con la tribuna y la atención propia de su fama o importancia, dedique tiempo exclusivo al tema, al menos así lo vivieron Los norteamericanos , cuando el ex presidente Clinton, anuncio su batalla frontal contra el cigarillo , para ser honesto, no hubo entonces nadie capaz de expresar en publico , su esperanza que la iniciativa presidencial tuviera ningún éxito, sin embargo , hoy, el consumo del tabaco en EE.UU. En privado , ha descendido a niveles impensados y en publico , es prácticamente nulo. Para una nación de trescientos millones, es sencillamente ejemplar.
Volviendo al manejo bajo la influencia tóxica del alcohol , hay un factor determinante que desvía el interés del bebedor por las campañas por ahora inútiles, EL COSTO. Campañas de prevención con éxito como la que implanto el ex alcalde Giulanni en la ciudad de Nueva York, incluía la fiscalización del vehículo . En las etapas del crecimiento los padres deben creativamente encontrar los métodos de control de conductas un mecanismo punitivo efectivo, en la edad adulta es la sociedad la que tiene este rol correctivo. Sin un costo elevado en recursos materiales y la obligación de jueces de aplicar prisión mínima complementaria para violadores sin daño físico y máxima para accidentes con resultado de invalidez o perdida de vidas humanas, sin perjuicio de la perdida temporal o permanente de la licencia de conducir, cualquier campaña es en realidad nada mas que una ilusión .
La experiencia de aquellas sociedades que han atacado el problema del manejo de ebrios con determinación, que en realidad no es una simpática costumbre social y la han criminalizado agresivamente, el resultado es un sostenido y esperanzador cambio de mentalidad , especialmente, de las nuevas generaciones, lo que confirma categóricamente, tanto el efecto disuasivo , como el impacto en la conciencia de la gente, para un comportamiento mas acorde con los peligros de mantener un sistema basado casi exclusivamente en el debilitado juicio de un conductor intoxicado.
Por formación , enemigo del castigo y nada conservador , me siento incomodo abogando por penalización , pero no queda mas remedio, porque si esperamos que a todos se nos vaya la vida propia, o la de un ser querido para tomar conciencia , pasarían 10.000 años , esto es multiplicando 32 muertes cada fin de semana por los siguiente 100 siglos.
Luis Alberto Moya
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