viernes, 15 de abril de 2011

Homosexualidad

Homosexualidad
A mucho pesar del carácter negativo con que el islamismo y el cristianismo ven la relación romántica de dos personas de un mismo sexo, la condición de homosexualidad , lenta y progresivamente consigue un espacio social y jurídico similar al que gozamos los heterosexuales en muchos países del mundo, particularmente , aquellos considerados por todos, de mayor desarrollo económico y cultural.

En la historia , dependiendo de la forma y la cultura imperante, el homosexualismo a ocupado un lugar visible en prácticamente todas las sociedades, con un poco mas, o un poco menos condena , aceptación y rechazo. Hay quienes en un pasado no muy remoto , intentaron su proscripción invocando viejas y sagradas escrituras, sin embargo modernas técnicas de traducción han dejado estas interpretaciones a la controversia y la duda. Hay también , quienes han creído encontrar asociación entre homosexualidad y pedofilia, Sin embargo la documentación judicial como los archivos del crimen y el abuso infantil, se contraponen categórica y definitivamente a la tan equivocada , como popular creencia. No han faltado quienes abiertamente les discriminan, quienes aprovechando su carácter de minorías, por ignorancia o por temor a lo diferente, les han segregado y hasta asesinado, o lo que no es peor, estereotipificado para ganarse la vida con ridiculizaciones de dudoso valor histrionico y claro corte vulgar.

Yo no se si será muy difícil entender que un ser, no solo merece el increíble e inalienable derecho de la vida, si no ademas, al bienestar que le proporcionen sus padres, su dedicación laboral o escolar, sin condiciones ni prejuicios, excepto el respeto a las leyes, los demás y por supuesto, el respeto propio y el orgullo.
Padre de tres, hijo de dos y hermano de siete, todos hetereosexuales, no tengo principal interés en asumir una posición que no sea la que me susurra mi amor a Dios y la justicia, ambos, me han dado la oportunidad de influenciar y de ser influenciado siempre, educado en colegio de monjas y criado en un hogar de padres conservadores, trabajadores y católicos , he tenido la impresión que nadie en mi entorno fue, ni ha sido homofobico, que la contundente fuerza del ejemplo familiar y del colegio, me hicieron libre del atroz peso de la intolerancia , de lo que se han beneficiado mis hijos, y si es posible, los hijos de ellos. No hay razón para imponer aquello que nos parece normal , ni mucho menos suponer que en una caza de brujas disparatada con resabio medioeval , seamos dueños de la verdad o simplemente superiores, mi experiencia en contacto con personas cuya orientación sexual es distinta de la mía , ha sido común, ósea , en la gran mayoría de los casos de mutual respeto y en no pocos, de franca y bien ganada admiración .

Frente a la nueva pregunta de convivencia de parejas del mismo sexo en el Marco del censo 2012, el vicepresidente de la conferencia episcopal se opone , porque la considera muy compleja y, añade, "la institución normal es la familia", esto me lleva inevitablemente a formular dos simples interrogantes,  Primero; si la institución normal es la familia,  porque el celibato y la vida en comunidad de hombres y mujeres sanos todos destinados a morir sin formar   UNA ,  ni tampoco , tener descendencias.   Y segundo,    es que tenemos que re definir el concepto de familia,  para incluir,  a todos quienes decidan constituir un núcleo de convivencia ,  basado en el amor ,  el interés común y una devoción a Dios sin contradicciones.

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